"La última vez que usé la 10 fui campeón"Ortega
se pone oficialmente su nueva camiseta y espera más gloria. "Estoy
ansioso, contando las horas para salir a la cancha y reencontrarme con
los hinchas", dice. La cita es a las 21.15, frente a Lanús, en el debut
del equipo de Pipo.
Sabe que es el número uno. Reconoce que los hinchas necesitan hacer
muuucha memoria para encontrar dos o tres como él. Dice que ésta es la
más importante de sus cuatro etapas en el club y, por eso, reafirma que
no busca cinco minutos de fama. Quiere sumarle otra estrella a los seis
títulos locales que tiene con River. O mejor dicho, a los siete
contando la Libertadores del 96. Y sueña con estar ocho puntos
aprovechando los nueve días de pretemporada que hizo solo, antes de
viajar con sus compañeros a Canadá. Pero hoy lo que más entusiasmado
tiene a Ariel Ortega es volver a ponerse oficialmente la camiseta de
River. Y no cualquiera. La que él quería. La que esta noche mostrará
frente a Lanús, en el debut en la Sudamericana, y que para el Burrito
es muy especial. ¿Por qué? "Porque la última vez que usé la 10, fui
campeón".
Ansioso, embalado, entusiasmado. "Contando las horas
como un preso, ja". Así se siente el jujeño ante la posibilidad de
volver a jugar en el Monumental luego de 437 días, exactamente cuando
el River que dirigía Simeone le ganó 2-1 a Olimpo (con una asistencia
del Burrito) y se consagró campeón del Clausura 08. Un recuerdo que
para este Ortega tiene un sabor agridulce, ya que más allá de la
alegría por la vuelta, ahí nomás el Cholo lo obligaría a dejar el club.
"Pero eso ya quedó atrás -asegura-. Y hoy sólo pienso en que llegue el
momento de salir por el túnel, de ver la cancha llena, de reencontrarme
con los hinchas de River". De sentirse, como le contó hace un tiempito
a Olé, ídolo absoluto al escuchar su apellido coreado desde los cuatro
costados del estadio. Y de aceptar la responsabilidad de ser el líder
del equipo con total naturalidad. Porque mientras Gallardo espera que
Gorosito le dé el Ok para saltar a la cancha (ver aparte), el jujeño
será el 10, el capitán y el líder de un equipo que todavía está en
formación. Ni más ni menos que como se lo podrá ver al propio Ortega,
quien viene de recuperarse de una pequeña distensión en la cara
posterior del muslo derecho y, admite, "que recién con el correr de los
partidos voy a ir tomando ritmo". Lo que mostró hasta ahora fueron los
66 minutos que disputó ante el Everton, en Montreal, donde se lo vio
inspiradísimo, haciendo un gol de novela y, lo más importante,
potenciando a sus compañeros. Que se embalan y se entusiasman con
tenerlo al lado. Desde el Muñeco, que le dio la 10 "porque si él está
motivado, nos motiva a todos", hasta el Enano Buonanotte, quien admitió
"que con Ariel en cancha espero volver al nivel que tenía cuando
salimos campeones". Y ni hablar del efecto contagio que tiene Ortega
entre los hinchas. Los que se arrodillan en un shopping para gritarle
su amor, lo besan, lo abrazan y no dejan pasar ni un día sin
demostrarle lo que lo quieren y necesitan.
"River es mi casa y
ponerme la camiseta tapa todo lo malo que pasó. Quiero que llegue ya la
charla técnica de Pipo, que se haga la hora de cambiarnos y entrar al
campo de juego. Quiero reencontrarme con los hinchas y empezar a
devolverle a River lo que me dio", cuenta. Y su deseo está a punto de
hacerse realidad. Ortega vuelve a jugar en River. En el Monumental y
con la 10. La cuenta regresiva ya está en marcha. Tres, dos...
Vamos Burro hoy!!!!
se pone oficialmente su nueva camiseta y espera más gloria. "Estoy
ansioso, contando las horas para salir a la cancha y reencontrarme con
los hinchas", dice. La cita es a las 21.15, frente a Lanús, en el debut
del equipo de Pipo.
Sabe que es el número uno. Reconoce que los hinchas necesitan hacer
muuucha memoria para encontrar dos o tres como él. Dice que ésta es la
más importante de sus cuatro etapas en el club y, por eso, reafirma que
no busca cinco minutos de fama. Quiere sumarle otra estrella a los seis
títulos locales que tiene con River. O mejor dicho, a los siete
contando la Libertadores del 96. Y sueña con estar ocho puntos
aprovechando los nueve días de pretemporada que hizo solo, antes de
viajar con sus compañeros a Canadá. Pero hoy lo que más entusiasmado
tiene a Ariel Ortega es volver a ponerse oficialmente la camiseta de
River. Y no cualquiera. La que él quería. La que esta noche mostrará
frente a Lanús, en el debut en la Sudamericana, y que para el Burrito
es muy especial. ¿Por qué? "Porque la última vez que usé la 10, fui
campeón".
Ansioso, embalado, entusiasmado. "Contando las horas
como un preso, ja". Así se siente el jujeño ante la posibilidad de
volver a jugar en el Monumental luego de 437 días, exactamente cuando
el River que dirigía Simeone le ganó 2-1 a Olimpo (con una asistencia
del Burrito) y se consagró campeón del Clausura 08. Un recuerdo que
para este Ortega tiene un sabor agridulce, ya que más allá de la
alegría por la vuelta, ahí nomás el Cholo lo obligaría a dejar el club.
"Pero eso ya quedó atrás -asegura-. Y hoy sólo pienso en que llegue el
momento de salir por el túnel, de ver la cancha llena, de reencontrarme
con los hinchas de River". De sentirse, como le contó hace un tiempito
a Olé, ídolo absoluto al escuchar su apellido coreado desde los cuatro
costados del estadio. Y de aceptar la responsabilidad de ser el líder
del equipo con total naturalidad. Porque mientras Gallardo espera que
Gorosito le dé el Ok para saltar a la cancha (ver aparte), el jujeño
será el 10, el capitán y el líder de un equipo que todavía está en
formación. Ni más ni menos que como se lo podrá ver al propio Ortega,
quien viene de recuperarse de una pequeña distensión en la cara
posterior del muslo derecho y, admite, "que recién con el correr de los
partidos voy a ir tomando ritmo". Lo que mostró hasta ahora fueron los
66 minutos que disputó ante el Everton, en Montreal, donde se lo vio
inspiradísimo, haciendo un gol de novela y, lo más importante,
potenciando a sus compañeros. Que se embalan y se entusiasman con
tenerlo al lado. Desde el Muñeco, que le dio la 10 "porque si él está
motivado, nos motiva a todos", hasta el Enano Buonanotte, quien admitió
"que con Ariel en cancha espero volver al nivel que tenía cuando
salimos campeones". Y ni hablar del efecto contagio que tiene Ortega
entre los hinchas. Los que se arrodillan en un shopping para gritarle
su amor, lo besan, lo abrazan y no dejan pasar ni un día sin
demostrarle lo que lo quieren y necesitan.
"River es mi casa y
ponerme la camiseta tapa todo lo malo que pasó. Quiero que llegue ya la
charla técnica de Pipo, que se haga la hora de cambiarnos y entrar al
campo de juego. Quiero reencontrarme con los hinchas y empezar a
devolverle a River lo que me dio", cuenta. Y su deseo está a punto de
hacerse realidad. Ortega vuelve a jugar en River. En el Monumental y
con la 10. La cuenta regresiva ya está en marcha. Tres, dos...
Vamos Burro hoy!!!!